Mientras camina por G
se confunde con la noche.
Tiñe en negro otro reproche,
y en rosado. ¿Para qué?
Me pregunto. ¿Acaso ve
mejor con un solo ojo
confundido en el antojo
de llorar entre vampiros
y deprimirse más? Giros,
lágrima pintada, enojo,
piercings, que casi con saña,
lo llevan hacia el letargo,
moda rara, bistec largo,
otra lágrima que empaña
su mundo, mientras lo baña
en melancolía y en miedo
por ser como es. Me quedo
sin palabras cuando sé
su razón y cuanto le
cuesta defender su credo
y enfrentarse a todos. Llora
porque no ha encontrado quien
le comprenda. Sé también
que en su ficción atesora
amor y sueños, ahora
que es tan fría la realidad.
“Mi verdad es la verdad
que sueño”, dice suicida.
Burlándose de la vida
es fiel a su libertad.
Tomado de la serie: Tribus urbanas (2011).
Antes de escribir culturizate, la gente que piensa así no son emos son personas disminuidas mentales. Los que eran EMOS auténticos no pensaban en suicidarse si no todo lo contrario. En serio infórmate.
Te recuerdo que de eso tratan las décimas, o la serie de décimas, tiene que ver con los falsos estereotipos.
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