¡Agáchate que viene…! (Bueno, te dije que te agacharas)

¡Dicen que ella es miki, dicen que ella es repa;
y si tú le coges miedo… viene la galleta!

¿Cuánto puede repercutir una galleta?

Pido perdón para los lectores no cubanos y aclaro. Galleta: golpe de una mano contra un rostro en el cual se utilizan los cinco dedos; en dependencia de la intensidad del movimiento produce un sonido estruendoso que hace voltear la cara de los transeúntes a unos diez metros a la redonda.

Existen diferentes modalidades de galletas: galleta bullera (aparece antecedida de un montón de palabrotas y gritos exaltados), galleta contundente (te deja en el piso sin fuerzas para levantarte y ripostar), galleta reactiva (tú das y automáticamente recibes otra), galleta inteligente (la que se da convencido de que en segundos alguien los va a separar y no habrán más intercambios de golpes), y así, existen muchas clasificaciones. Pero bueno, volvamos al tema que nos ocupa.

¿Cuánto puede repercutir una galleta? ¿Cuánto marca el suceso a un estudiante universitario si los hechos ocurren en las áreas internas de su facultad? Sobre este tema discutieron recientemente un grupo de jóvenes universitarios. Ellos estaban en el turno de educación física y salieron a todo correr hacia las aulas cuando a uno de ellos, le llegó un extraño sms (vía móvil): ¡Acaban de darle una galleta a un muchacho de primer año!

«Tremendo chisme, tremendo brete», como dice otra canción de reguetón. Cualquier galleta podría pasar desapercibida pero no en la universidad. Por lo general esas cosas no pasan en las casas de altos estudios, y si suceden, generalmente están asociadas a los juegos deportivos, o algo por el estilo.

Entonces aquel grupo, sentado en uno de los pasillos, empezó a esforzarse conceptualmente por definir algunas teorías relacionadas con el suceso.

Teoría identificativa: Lo primero es saber quién recibió la galleta. Ya conocemos que es uno de los «reparteritos » nuevos de primer año. Debe ser el que tiene más cara de guapo. Sí, ese mismo fue según la recepcionista. Vale aclarar que en más de una ocasión fue alertado: esto no es un concierto de Gente de Zona ni una fiesta en la Tropical, aquí somos de ciencias sociales, más pacíficos… Pero bueno, a quien no oye consejos la vida le da golpes (o galletas, según el caso). Esta teoría queda incompleta porque se sabe quién recibió pero se ignora quién dio.

Teoría de las causalidades: Algunos afirman que fue por problemas amorosos y sostienen que se trata de un matón a sueldo, contratado por el presidente de la FEU para vengar improperios pasados cometidos contra la actual primera dama. Otros sostienen que fue por luchar la supremacía en su trío de amigos (los tres son guapos pero no se sabía aún quién era el más guapo). A ciencia cierta, todas son suposiciones de las que, seguramente, pronto se conocerá su veracidad.

Teoría de las reacciones: ¿Y qué hizo? El agredido tenía varías opciones:
1) responder con la misma agresividad y arriesgarse a que ambos fueran expulsados;
2) quedarse inmóvil, atontado y ser el comentario de toda la facultad;
3) decirle que saliera y caerse a piñazos en algún parque fuera del espacio académico;
4) ir corriendo a ver al decano y acusar al agresor y
5) salir corriendo, buscar un tubo y… ¡Corten! Así no. ¡Repetimos!

Teoría de la repercusión: No es lo mismo una galleta en quinto año, que una galleta en primero. En la primera opción, el hecho se olvida con la cercanía de la tesis. Pero en el caso que nos ocupa, una galleta en primer año te acompaña toda la carrera e incluso parte del servicio social.

Después de este ejercicio teórico y a modo de resumen, los muchachos arribaron a tres interesantes conclusiones:

1. Sucesos como este no pueden repetirse, mucho menos con el mismo pobre infeliz de primer año.

2. Tenemos que tomar medidas con el agresor porque no puede volverse una moda que alguien ande dando golpes por ahí sin que sea reprendido por nosotros, los más viejos.

3. Es necesario publicar el suceso en alguna revista estudiantil para que todos sepan y estén alertas. Cualquiera puede ser víctima o victimario.

Y después de plasmar todas estas ideas en blanco y negro, y enviarlas a la redacción de Alma Mater, decidieron seguir indagando en la historia pues todavía quedaba un enigma por descubrir: quién había propinado semejante galletazo que tanta polémica generó aquella tarde en los pasillos de la Facultad.

Acerca de rodoguanabacoa

Periodista, educador popular, escaramujo... amante de la historia de mi país: Cuba.
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10 respuestas a ¡Agáchate que viene…! (Bueno, te dije que te agacharas)

  1. jajaja, me parece estarte leyendo en Alma Mater…ups, olvidaba que trabajas ahí..claro, y que te he leído todo..creo 🙂
    qué bien se te dan estas cosas…me he reido tanto que ya puedo ponerme a trabajar..jajaja

  2. Rita María Caballero dijo:

    Si a él siempre se le ha dado bien el humor jajaja cuando hagan un estudio sobre su labor periodística-humorística hay que buscar la génesis en la Papilla jajaja , te acuerdas Rodo

    • Así mismo es, esa Papilla fue el inicio de un estilo al que ya me resulta difícil desprenderme. Extraño la primera, la que hicimos en el campo, entre todos, en «un campamento de Guines de cuyo nombre no quiero acordarme».

  3. Yinima dijo:

    jjajajaja, me parece estar leyendo la Papilla …. A parte de Periodista parece que te has vuelto filósofo o sociólogo. Me gustan tus teorías de la galleta, jajajaja.

  4. Alejandro dijo:

    Cada vez que tengo cinco minutos los ocupo en revisar este blog. Los artículos, aparte de originales, son la clase de cosas que vale la pena leer y recircular para que un poco de gente más se empape del buen humor. Le sigo descargando a tu blog, Rodo.

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