Hollywood en La Habana

Por Félix Manuel González Pérez y Esteban Martínez Baniela,
estudiantes de Periodismo y Ciencias de la Información.

Yo soy un fanático del cine. No solo películas americanas, sino también veo las estadounidenses. Sí, hay que reconocer que si hay algo que ellos saben hacer bien, son las películas… y otras cosas que no voy a enumerar ahora. Como diría el comentarista deportivo Rodolfo García: “las películas son películas”. Yo estoy plenamente de acuerdo con él porque lo que nos cuenta Hollywood no tienen nada que ver con mi realidad en Cuba. Aquí la cosa para esos personajes ficticios, sería muy distinta.

El otro día, por ejemplo, estaba viendo El Anillo, una película de terror donde una fantasma te llama por teléfono y dice que en siete días vas a morir. Y yo pregunto, ¿alguien le va a decir a esa fantasma que a mí tiene que llamarme desde un celular y pagando ella? Además, eso aquí no sería nada original. En Cuba ya hay un fantasma que te avisa por el móvil de una desgracia. Y no te da siete días, sino dos.

Ustedes se imaginan: ¿y si quisiera matar a mi vecina, que no tiene teléfono?

– Buenas, ¿me puede poner con Georgina?

– No, ella no está en su casa. ¿Quiere dejarle un recado?

– Sí, dígale si puede que dentro de siete días se va a morir.

Esa misma fantasma es la que vuelve a encender el televisor luego de que tú lo desconectas. Si eso lo hace aquí, seguro la proponen para grupo electrógeno.

Y no quisiera ni hablar de los dibujos animados. Cada vez que Pinocho dice una mentira le crece la nariz. ¿Se imaginan que a los cubanos les creciera una nariz de madera si dijeran mentiras? Cuba sería un tabloncillo. Rapunzel tiene su pelo largo y rubio… que se le caería completo si le dicen el precio de hacerse la queratina. Y Popeye tendría que probar la moringa, porque un pomo de espinacas cuesta 3.45 CUC.

Con los superhéroes la situación si estaría difícil. Hulk, por ejemplo, cada vez que se pone bravo crece y se pone verde. En la cola del pan, ¡verde! En la cola de la guagua, ¡verde! Para entrar al Capri, ¡verde! El dinero y Hulk, los dos. Si Hulk estuviera en Cuba sería hipertenso.

Spiderman usa su telaraña para ir de rascacielos en rascacielos. Aquí saltaría del Focsa para el Habana Libre, del Habana Libre para el Focsa, del Focsa para el Habana Libre… Tendría la delincuencia en cero en esas cuatro cuadras.

La historia de El Señor de los Anillos sería otra que se complicaría muchísimo. Nada más que Frodo llegase a La Habana le comprarían el anillo junto con… cualquier pedacito de oro.

Esas películas de Misión: Imposible son un engaño, al final la misión no es imposible nada. Los buenos siempre ganan. Si quieren que la misión sea imposible de verdad que vengan aquí a hacer un trámite de vivienda. Pensemos ahora en RoboCop. Un policía que es un robot, acostumbrado a trabajar de manera lógica, racional, metódica. ¿Cómo haría aquí para comunicarse con sus compañeros de trabajo?

A quienes tal vez no les iría mal serían los hombres de negro. Serían presentadores de Los Lucas y nos borrarían la memoria con el aparatico, para olvidar, por ejemplo, que Los Ángeles (no los de Charlie) ganaron Video Más Popular. Batman, que ya tendría su Ciudad Gótica lista. O mejor dicho, su Ciudad Gotica, porque como están los problemas de agua últimamente… O los personajes de Underworld, que harían amigos enseguida con la gente del Parque G.

¿Se imaginan un Transformer que se convierta en un P11, o en un botero? Los protagonistas de

Rápidos y Furiosos corriendo en bicitaxis, el Exterminador en un Karpati, E.T. llamando a su casa con la tarjeta Propia, la Entrevista con el Vampiro conducida por Julita Osendi, o a Tiburón tratando de comer pollo por pescado.

Imagínense a Harry Potter vendiendo la Saeta de Fuego junto con haraganes, trapeadores, percheros y palitos de tendedera. ¿Cómo sería La Matriz con nuestros problemas de conexión?

Por eso es que los personajes de Hollywood no podrían vivir en Cuba. Demos un aplauso a los verdaderos superhéroes, a las verdaderas estrellas: los estudiantes, los padres, los profesores. Esos sí son personajes. Desde Hollywood deberían venir aquí a hacer películas sobre ustedes… ya que en Cuba sólo hacemos películas sobre españoles.